No es un logro. Es EL logro. La tarde de este jueves, en las instalaciones de TC Abogados, José Ramos, “Kike”, repartidor venezolano con 6 años en Santiago, participó en la primera audiencia de mediación ante el Consejo de Defensa de Estado, en la figura de un representante del hospital en La Florida, en donde bajo supuesta negligencia médica le mutilaron cuatro dedos de su mano izquierda tras ser atropellado, hace casi tres años, por un hombre a bordo de un vehículo.
El responsable del atropellar a Kike lo dejó abandonado en el hospital y el personal de salud que lo recibió se mostró indolente frente a una grave lesión en la mano izquierda. De acuerdo con el testimonio del joven, para salvarle la mano, le pidieron 30 millones de pesos.
Kike, quien no tiene familia en Chile más allá de su niño pequeño, les manifestó que no tenía ese dinero, y luego de ser sedado, cuando despertó se dio cuenta que le habían amputado cuatro de sus dedos en una intervención que, según especialistas consultados después, se hizo de forma negligente.
El proceso de recuperación fue complejo y doloroso porque Ramos no tenía como mantenerse él ni su hijo, así que tuvo que, con una bicicleta prestada, volver a trabajo pese al incesante dolor. Por recomendación de una amiga Kike contrató un abogado al que le pagó un millón de pesos y que nunca le mostró haber realizado algún trabajo. Fueron dos años duros, sin la rehabilitación requerida.
En diciembre pasado el muchacho llegó a TC Abogados destrozado emocionalmente y luego de reunirse con Jatar y buscar una serie de soportes, hoy recibe todo el apoyo.
Braulio Jatar dirigió un proceso complejo para lograr la mediación y en ese marco anunció que para el caso asignó a la abogada chilena Fabiola Rodríguez, experta en temas de salud pública.
Se ha llamado a una segunda reunión de mediación el próximo 2 de abril y Kike está siendo atendido en razón de las condiciones deplorables en las que se le trató en un caso de emergencia del que fuera víctima”, informó.
¡Kike no está solo!
Comentarios