Tiene solo 28 años, pero su baja estatura y su delgada estampa la hacen ver aún menor. Sin embargo, no es su figura lo que la convirtió en uno de los personajes más atípicos del Tren de Aragua (TDA), sino el rol que cumplía dentro de la organización en Chile: era la encargada de la “plaza de las mujeres”, como denominan dentro de dicha organización ilícita a la persona que tiene a su cargo la trata de personas con fines de explotación sexual.
Se trata de Dugleimis Daniel Roa Suárez, llamada “La Ruca”, dentro del TDA, aunque es mucho más conocida a nivel masivo por su popularidad en redes sociales, donde se hace llamar “Austin Roa” o “Niño Austin Roa”.
Actualmente, su segunda cuenta de TikTok posee 14 mil seguidores (la primera fue suspendida) y posee también perfiles en Instagram y Facebook. En sus videos se la ve bailando o posando junto a mujeres jóvenes y escotadas, a dos de las cuales se refiere como “mis esposas”. También hay videos de fiestas desenfrenadas a bordo de yates, en las cuales se bebe champaña desde botellas, al ritmo del reggaetón.
En todas las imágenes luce cadenas de oro, tenidas Adidas o Nike y relojes de alta gama y, en su brazo izquierdo, el elaborado tatuaje de una calavera, como todos los miembros de alto nivel del Tren de Aragua.
Sin embargo, a diferencia de los videos habitualmente hallados en los celulares incautados a miembros del TDA o de alguno de sus tantos brazos, como Los Gallegos, en los de Roa no hay imágenes de armas ni de violencia, salvo muy sutiles referencias.
La historia
“Austin Roa” estaba muy arriba en la escala jerárquica del TDA y recién la semana pasada pudo ser detenida por la PDI en un departamento de Estación Central, en la Región Metrolitana, que se ha convertido en los últimos años en uno de los principales sectores de residencia de población migrante venezolana en Chile.
Según una investigación efectuada por el programa “Panorama”, del canal peruano Panamericana TV, “Austin Roa” llegó en 2017 a Lima, antes incluso de la fecha que se conoce del arribo a Chile de los dos máximos líderes del Tren de Aragua que ha habido en el país: Carlos González Vaca, más conocido como “Estrella, quien fue detenido a inicios de 2022, y Larry Álvarez, más conocido como “Larry Changa”, que es nada menos que uno de los tres fundadores del grupo y quien vivió con su nombre legal en Renca, entre 2018 y 2022, cuando supuestamente huyó de Chile, aunque en la actualidad está siendo buscado por la policía, por varios secuestros cometidos en distintas ciudades del país, que se cree que ordenó desde la Quinta Región, entre fines de 2022 y fines de 2023.
La investigación periodística peruana indica que, con solo 21 años, Roa se estableció en un departamento de uno de los distritos más acomodados de la capital de ese país, Lince, lo que marca una fuerte diferencia con los “soldados” del Tren de Aragua, que por lo general residen en condiciones muy austeras en los mismos sectores donde ejercen control territorial, como sucede con los cités de Santiago, Independencia, Recoleta o Quinta Normal, o con las tomas de terrenos en lugares que incluso carecen de servicios básicos, como ocurre en Alto Hospicio (Iquique) o en el cerro Chuño, en Arica, epicentro del accionar de Los Gallegos, uno de los clanes del TDA.
En 2020 la policía peruana efectuó una serie de redadas en función de un fenómeno que nunca habían visto antes: grandes fiestas clandestinas, protagonizadas en su mayoría por inmigrantes venezolanos, que incluían no solo mucho alcohol y ruido, sino también tráfico de drogas, prostitución y armas.
Organización sin detectar
Por aquel entonces, el nombre del Tren de Aragua no sonaba en Perú ni en Chile, por lo tanto no fue mencionado en ninguna de las notas periodísticas que dan cuenta de al menos tres grandes operativos policiales contra dichas fiestas que –ahora es evidente– eran organizadas por el TDA, al frente de las cuales estaba “Austin Roa”.
La primera intervención policial se efectuó en el hotel Rojo, ubicado al sur de Lima, donde se detuvo a 124 personas, 114 de ellas venezolanas. En imágenes captadas por “Panorama” se ve a Roa en el lugar, pero no fue detenida. Meses más tarde se detectó otra fiesta del mismo tipo en una casa del distrito de Ancón, en plena pandemia, y luego, en agosto de 2020, “La Ruca” fue aprehendida en otra fiesta, esta vez en una casa de Lurín.
Aunque en ese entonces no tenían clara la orgánica que había detrás, en la policía peruana sí entendían el rol que la joven jugaba en todo ello, como dijo el coronel Víctor Revoredo al programa “Panorama”, donde explicó que Roa “primero, se encargaba de elegir a las damas que tengan el perfil para ejercer el meretricio, la prostitución”, pero además, indicó que tenía como objetivo también ubicar personas que pudieran servir para comercializar drogas, así como “captar, evaluar, a las personas que van a dar seguridad a estos grupos criminales; vale decir, a los sicarios”. No era lo único. El mismo oficial añadió que “tiene el perfil para pactar cómo se va a manejar una zona, cómo se van a recaudar las ganancias, cómo se va a distribuir el dinero y cómo va a existir una seguridad”.
Organizaba fiestas en yates
Pese a ello, Roa recuperó su libertad prontamente. Al año siguiente, otros medios la sindicaron como la organizadora de fiestas vip en yates, anclados en las afueras de Lima o el Callao, pero después de ello se le perdió el rastro, hasta que en 2022 su nombre apareció en las investigaciones realizadas por la Fiscalía de Iquique, luego de un homicidio cometido en Alto Hospicio, tras el cual se comenzó a desvelar una enorme madeja que dejó al descubierto que el TDA manejaba en forma casi exclusiva el tráfico de migrantes que ingresaban a Chile por Colchane, además de traficar drogas, efectuar secuestros, extorsiones, robos y otros delitos.
También se descubrió que, de esas personas traficadas, muchas eran mujeres jóvenes, captadas por Roa en Venezuela, quien les cobraba 4 mil dólares (poco menos de 4 millones de pesos) por traerlas a Chile, ignorando sus víctimas que serían obligadas a ejercer el comercio sexual en prostíbulos, pero también en fiestas exclusivas que se realizaban en forma clandestina, especialmente en Iquique. Incluso, se cree que un video de Roa a bordo de un yate fue grabado en Chile.
A las víctimas se les indicaba –como quedó al descubierto durante la investigación contra Los Gallegos en Arica– que el viaje lo pagarían en cuotas una vez que llegaran a Chile. Pero, cuando eso ocurría, comprendían que estaban en manos de una mafia que nunca les dejaría de cobrar lo que ellos denominan “la vacuna”; es decir, un cobro semanal que incluye un porcentaje de sus ganancias y otro porcentaje por el viaje, que nunca se deja de pagar y que, al final, les deja dinero solo suficiente para sobrevivir.
Además, casi todas las víctimas eran despojadas de sus documentos de identidad y amenazadas con que, si escapaban o denunciaban el TDA, atentarían contra sus familiares en Venezuela. Por cierto, cuando “La Ruca” se hallaba sin migrantes que captar, buscaba víctimas entre las comunidades locales, como lo evidencia un posteo en su cuenta de Facebook, en 2017: “Niñas de piel blanca, flacas y bellas quieran trabajar, escribir”.
Se evaporó
En marzo de 2022, cuando se produjo la detención de “Estrella”, que residía en Quilpué, así como de su principal sicario, Hernán Landaeta Garlotti, conocido como “Satanás”, “Austin Roa” se evaporó de Chile, junto a sus dos “esposas” y una tercera mujer. En mayo de ese mismo año, en su cuenta de Facebook escribió uno de sus deseos: “Trabajaré como un loco para operar a mis 2 esposas”. Una de ellas le respondía en el mismo posteo: “Sí amor. Por eso y por más”.
Finalmente, la Brigada Investigadora de Trata de Personas de Iquique (Britrap) de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) logró establecer “que la imputada huye a Perú en forma posterior a dichas detenciones, regresando hace unos meses al país para instalarse en Santiago, ciudad en que posterior a diversas diligencias realizadas por dicha brigada fue ubicada por los oficiales del caso”, según explicó la subprefecta Katherine Vásquez, jefa de la Britrap de esa ciudad.
Al respecto, el jefe subrogante de la Prefectura Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado (Preancor) Norte, también de la PDI, el subprefecto Cristian Chávez, detalló que “La Ruca” fue detenida “tras un minucioso trabajo investigativo”, en medio del cual “se logra establecer que había ingresado a Chile en el año 2023, por pasos no habilitados, y se había asentado en la ciudad de Santiago”. El oficial, además, confirmó que ella era “investigada y vinculada en la organización criminal Tren de Aragua, debido a que era la encargada de la trata de personas con fines de explotación sexual”.
En medio de estrictas medidas de seguridad, “La Ruca” fue formalizada por cuatro casos de trata de personas con fines de explotación sexual y por asociación ilícita, quedando en prisión preventiva. Hasta la fecha, solo estaba probada en investigaciones judiciales incoadas en Temuco, Santiago y Arica la estrecha interconexión entre dos de las ramas del Tren de Aragua en Chile con Perú. Así sucede en el caso de Los Gallegos, cuya base operativa está entre Lima y Tacna, donde incluso es buscado el máximo líder del grupo que operaba en Arica, mientras que la Fiscalía reveló recientemente que en dos homicidios dobles cometidos en La Araucanía y la Región Metropolitana los sicarios son integrantes de la Dinastía Alayón, como se llama una de las ramas del TDA en Lima.
Comentarios