Mariano de Alba siente que las posiciones de Brasil y Colombia sobre la crisis política de Venezuela se encuentran en sumo contenidas.
Para el jurista, experto en Derecho Internacional y asesor del Crisis Group, resulta preocupante y significativo que a estas alturas los presidentes de ambos países vecinos no hayan podido tener «la famosa videoconferencia» con Nicolás Maduro. “Eso revela la escasa capacidad de influencia con la que cuentan”, asegura.
En la red social X, De Alba sostiene que pese a ello es evidente que la consideración principal que mueve a Luiz Inacio “Lula” Da Silva y Gustavo Petro, respectivamente, es tratar de preservarse como posibles mediadores en caso de que eventualmente Maduro tenga la voluntad de considerar una negociación.
Con sus acciones recientes, Maduro ya parece asumir su aislamiento de la comunidad internacional occidental, incluso si Brasil y Colombia se suman a ese grupo, lo que parece probable si no se concreta la publicación de los resultados desagregados de la elección”, señala.
De Alba cree que la declaración conjunta de Brasil y Colombia es excesivamente cautelosa y por ende criticable al llamar a ‘todos los involucrados a evitar recurrir a actos de violencia y represión’. Y enfatiza: “La responsabilidad de la represión recae exclusivamente en el régimen venezolano y debe parar”.
“¿Hasta cuándo va la comunidad internacional occidental pedir la publicación de los resultados desagregados? Creo que cuando se cumpla un mes de la elección, un grupo de países buscarán endurecer su retórica y podrían anunciar medidas. Otros esperarán hasta el 10 de enero de 2025”, sentencia.
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