Por José Carlos Martínez / Productor y publicista
En el competitivo mercado de la gastronomía, la falta de innovación y una propuesta repetida pueden ser obstáculos para el éxito de los restaurantes venezolanos.
Mientras cadenas internacionales como McDonald’s, Subway y KFC lideran el juego, lanzando productos por temporadas y adaptándose a las tendencias, incluso comprando licencias para hacer uso de personajes famosos en sus propuestas, algunos dueños de emprendimientos del rubro se aferran a menús estáticos y básicamente con 4 o 5 productos repetidos (cachapas, patacones, arepas y pabellón criollo).
Y las cadenas globales no solo ofrecen alimentos sino experiencias. Desde sus menús hasta sus bebidas, están en constante evolución, atrayendo a los comensales con propuestas frescas y emocionantes. La innovación no se limita solo a los platillos; también se extiende a la forma en que interactúan con sus clientes.
A veces se aplican fórmulas demasiado planas: La era digital es fundamental, pero no debe eclipsar la importancia de crear lo que se denomina la “propuesta in situ”. Significa que los restaurantes no solo deben depender de plataformas en red sino también de la creatividad dentro de sus espacios.
La conexión con el cliente va más allá de una transacción en línea. Ambientes acogedores y exclusivos complementan la propuesta gastronómica.
En ese campo, las grandes corporaciones de comida aprovechan la tecnología para llegar a un público más amplio y reconocen la necesidad de mantener la autenticidad y la frescura en sus locales físicos. Esto demuestra que la innovación no es exclusiva de la esfera digital sino que debe fusionarse con la experiencia tangible que solo un restaurante puede ofrecer.
¿Qué hacer? Más que nunca los restaurantes venezolanos deben construir “marcas” y no caer en lo que una gran mayoría ha hecho que es ser vendedores de comida venezolana. Son dos cosas diametralmente opuestas. Veamos la diferencia.
En el actual panorama gastronómico venezolano, la construcción de “marcas” emerge como una necesidad imperativa para los restaurantes. Más allá de simplemente ofrecer delicias culinarias, la clave radica en forjar una identidad distintiva, que lleve a la trascendencia.
Es crucial que los establecimientos evolucionen de ser meros vendedores a convertirse en narradores de historias únicas, en creadores de momentos memorables.
Construir una marca implica establecer una conexión emocional con los comensales, transmitir valores, tradiciones y un estilo auténtico que va más allá de lo gastronómico. En este nuevo paradigma, la creación de una identidad única supera el hecho de la simple degustación de platos.
Por eso creo que resulta clave la Innovación Empresarial. Invito a los dueños de restaurantes a invertir en un equipo creativo que desafíe lo convencional. La innovación no solo radica en el menú, como he precisado, es fundamental la experiencia general del cliente. La creatividad puede ser la clave para diferenciarse y captar la atención de los comensales en un mercado competitivo.
Veámoslo desde la Perspectiva del Consumidor Empático. Imaginémonos como consumidores. ¿Pagaríamos por la experiencia que ofrecemos en nuestro propio restaurante? ¿Es realmente divertido y emocionante ir? Reflexionemos sobre la propuesta gastronómica, visual y de servicio al cliente. ¿Cuántos platos innovadores y presentaciones divertidas tiene nuestro menú? La construcción de una comunidad de fans va de la mano con la experiencia que ofreces con cada plato.
¿Será válido regalar comida a los cumpleañeros del mes? Analicemos como esta propuesta consistente puede contribuir a la creación de una comunidad leal. Si se alinea con nuestra visión y valores, sería una estrategia realmente efectiva. ¿Pero y si no?
Comentarios