La campaña electoral por la presidencia exhibe a un Donald Trump más radical que nunca al referirse al tema migratorio. En un discurso el pasado miércoles juró que, en caso de ganar en las elecciones de noviembre, eliminará inmediatamente los programas de CBP One y CHNV ‘Parole Processes’ o parole humanitario concedidos a los inmigrantes.
“Lo revocaría. Y ellos se irían… Y la aplicación es mala. Pero lo peor son los vuelos porque, ya sabe, intentaron decir ‘oh, vamos a endurecer un poco la frontera’. Había aviones volando sobre la frontera, cargados de inmigrantes ilegales, gente que no debería estar en nuestro país, yendo a todos lados, porque ahora todo es un estado fronterizo.”, se quejó Trump, en entrevista con FOX News.
El parole humanitario fue lanzado en abril de 2022 para permitir que ciudadanos de Ucrania que huyen de la guerra tras la invasión rusa puedan emigrar de manera ordenada previa autorización por parte del DHS de un patrocinador que resida en Estados Unidos, sea un ciudadano o cualquier otra persona con un estatus legal de permanencia.
En octubre de ese año el gobierno de Joe Biden incluyó a Venezuela en el programa con el objetivo de disminuir la presión de ciudadanos de ese país en la frontera con México que huyen en busca de asilo en Estados Unidos. Y en enero de 2023 fueron agregados Cuba, Haití y Nicaragua.
El beneficio permite estar legalmente por dos años en Estados Unidos, con permiso de trabajo.
No se puede, Donald
Gunther Sanabria, abogado de inmigración, advierte que, de asumir el poder, Trump no tendría el poder para ejecutar una medida tan compleja y que beneficia a más de 1.300.000 migrantes en Estados Unidos.
“Él no podría cambiar eso al menos que tuviera otro proyecto porque sino perdería el apoyo del Congreso y sin apoyo del Congreso el Presidente no podría hacer nada”, sostiene Sanabria, quien atribuye la amenaza del candidato republicano al fragor de la campaña electoral.
Sanabria explica que más allá de sus intenciones legalmente tampoco podría deportar a un número tan grueso de migrantes porque prevalece la defensa de los derechos civiles.
Y, además, logísticamente es muy complejo. ¿De dónde va a sacar el dinero para incorporar, por cientos, a agentes de migración, buses y aviones? Eso lo tiene que aprobar el Congreso y lo veo muy difícil. Como dije no puede disponer de las finanzas federales”, recalca.
El último informe de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) indica que hasta agosto bajo el CHNV han entrado al país más de 110.000 cubanos, 210.000 haitianos, casi 93.000 nicaragüenses y casi 117.000 venezolanos.
Todos en un saco
En la red social X, Ana Cristina Parra, politóloga venezolana, asegura que las declaraciones de Trump no pueden malinterpretarse.
La visión de Trump es que todos los inmigrantes son delincuentes, incitando discursos de odio y acciones contra los millones de inmigrantes en suelo estadounidense. Preocupa tanto la situación de nuestros compatriotas allá que huyeron de la miseria en la que vivían en su país”.
En este punto, añade, “no es justificable el apoyo a este señor sin que signifique un desprecio a la propia nacionalidad venezolana”.
La política estadounidense para los venezolanos que suelen basarse en las matemáticas rasas, muestra un escenario complejo.
Para algunos apoyar a Kamala Harris es darle continuidad a la línea de Joe Biden que, en cierto punto, mantuvo una posición elástica contra la dictadura de Nicolás Maduro. Ahora, Trump, derecha de las derechas, se enfila sin rubor contra la migración, con un foco amplio en los venezolanos.
En este punto ya no existe manera ni forma de defender la candidatura de Donald Trump siendo venezolano y entendiendo el contexto que ha llevado a millones a migrar. De concretarse esta medida, miles de compatriotas quedan en una situación de completa vulnerabilidad”, sentencia Luis Peche Arteaga, internacionalista.
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