Ron Davis Álvarez, director de orquesta venezolano, fundó en Suecia, hace 8 años, la Dreams Orchestra, institución musical que formó a más de 400 jóvenes migrantes de más de 20 países que no tenían ningún tipo de conocimiento musical.
Su historia es increíble. Visitaba Estocolmo, en 2015, en un programa de intercambio universitario, cuando vio centenares de niños y jóvenes migrantes con rostros demacrados y exhaustos. Llegaban de naciones en guerra como Siria, Albania, Eritrea o Afganistán. “Quedé en shock”, recuerda.
Ron regresó a Estocolmo como director de “El Sistema Suecia”, con sede en Gotemburgo, enfocado en niños pequeños matriculados en escuelas suecas. Había aprendido a tocar el violín en un barrio pobre de Caracas y luego se convirtió en profesor y director de orquesta.
Fue en Gotemburgo cuando nació una idea que cambió su vida y la de cientos de adolescentes solos y sin norte. Muchos estaban en la adolescencia y nunca antes habían tocado instrumentos, pero ideó métodos para enseñarles.
Con un puñado de instrumentos prestados, visitó escuelas para generar interés. Reclutó a un grupo de 13 jóvenes.
Recuerdo que entré a la sala y había muchos niños y niñas y estaba nervioso. Poco después dije: ‘Ok chicos, vamos a tener un concierto en dos semanas’. Y todos se sorprendieron. Pensaron que estaba loco”.
Los adolescentes eran inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiados que buscaban un nuevo hogar. Y Álvarez estaba dispuesto a ayudarlos. Hablaba inglés y algunos de los otros miembros de la Dream Orchestra también, pero, aun así, los malentendidos eran frecuentes, incluso cómicos en ocasiones.
Traté de generar confianza; primero confianza en el sonido. Intenté crear un gran sonido. Para mí es fácil empezar (ajustar) mucho sonido, como un DJ. Pero es demasiado difícil si hay muy poco”, afirma. “Prefiero que te equivoques… No importa si es la nota correcta o no”.
La confianza es lo primero. Luego siguen las notas correctas a medida que las habilidades motoras se van agudizando.
Hoy la Dream Orchestra tiene múltiples conjuntos dentro de la organización y tocan en diferentes niveles. Algunos miembros son hijos de inmigrantes. Se sumaron ciudadanos suecos cuyas familias han vivido en el país durante generaciones. Otros profesores se han sumado a Álvarez en la plantilla. Ahora trabaja para la Sinfónica de Gotemburgo y pasa todo el tiempo que puede con la Dream Orchestra cada semana.
Versionado de CNN
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