El venezolano Juan Manuel Carrera, del Centro de Investigaciones en Oceanografía y estudios Antárticos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), quien trabaja en colaboración con el Instituto Antártico Chileno, desarrolla un proyecto para estudiar la influencia de impurezas ópticas y la física del grano de nieve, sobre la variación de la reflectancia de la radiación solar sobre la nieve superficial en sitios de interés antárticos.
Carrera, del Laboratorio de Criósfera del COEA, se encuentra en la Península Fildes, Isla del Rey Jorge en la Antártida, donde se lleva a cabo el proyecto denominado “Variabilidad de la reflectancia espectral de la radiación solar con impurezas ópticas y el área superficial específica de la nieve en sitios de interés antárticos”.
Se trata de un proyecto bajo la colaboración entre la Universidad Santiago de Chile (USACH), el Instituto Antártico Chileno (INACH) y el Centro de Oceanología y Estudios Antárticos (COEA) del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
El científico criollo, junto con un grupo de expertos, analiza la caracterización de la variabilidad espectral de la nieve asociada a impurezas ópticas y la forma como se “empaquetan” los granos de nieve como elementos determinantes para la comprensión de la interacción de la radiación solar con la nieve superficial.
La reflectancia espectral de la radiación solar en la nieve es una variable muy sensible e influye fuertemente en la temperatura media de la corteza terrestre y el agua superficial marina, ya que la reflectancia espectral en la nieve es mucho más elevada que en las otras superficies terrestre, produciendo así los valores menores de absorción de la radiación solar sobre la superficie terrestre, ayudando a mantener frío estos espacios (los polos, otros) que funcionan como “refrigeradores” en el sistema de la Tierra.
Este es un tema de actualidad científica y mucho interés, estrechamente vinculado con el calentamiento global. La nieve es la superficie terrestre que más aporta reflectancia de radiación solar, provocando menos absorción de calor y así ayudando a mantener estas áreas frías del planeta. La disminución o el aumento de la reflectancia solar en los polos, influye directamente en la temperatura media de la corteza terrestre y el agua superficial de los océanos.
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