El rendimiento académico de los estudiantes universitarios es un tema recurrente en el ámbito educativo.
A menudo, se atribuye el fracaso en los estudios a la falta de habilidades o aptitudes naturales. Según un informe de la Subsecretaría de Educación Superior (SIES) de 2022, la tasa de deserción estudiantil en el primer año de carrera universitaria es del 24,6%, un indicador alarmante que destaca la necesidad de revisar no sólo las políticas educativas, sino también las estrategias personales de estudio de los estudiantes.
Si bien se suele atribuir el éxito o fracaso académico a la capacidad intelectual, la doctora Viviana Rada, experta en educación y neurociencias, sostiene que la clave para un desempeño sobresaliente radica en los hábitos de estudio que se adoptan.
En Chile, vemos que muchos estudiantes se esfuerzan al máximo, pero no logran los resultados esperados. Esto no se debe a que no tengan las capacidades necesarias, sino a que desconocen las técnicas de estudio más efectivas”, señala Rada.
El estudio espaciado: Un enfoque más eficaz
El aprendizaje espaciado, o “distribución de prácticas”, es una técnica que ha demostrado ser altamente efectiva para la retención de información a largo plazo. Consiste en estudiar en múltiples sesiones cortas y espaciadas en el tiempo, en lugar de concentrar todo el estudio en una única sesión larga.
Esta metodología permite que el cerebro tenga tiempo para procesar y consolidar la información, facilitando su transferencia de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, según explica la doctora Rada.
Mejora tus resultados con técnicas activas
Rada se muestra en contra de la lectura pasiva y el subrayado, y advierte que la autoevaluación y la práctica activa, como enseñar a otros, son métodos que realmente activan las áreas del cerebro responsables de la retención y la comprensión profunda.
Aunque estas técnicas han demostrado ser efectivas para mejorar el aprendizaje, la autoevaluación no siempre se utiliza eficazmente en las aulas, lo que resalta la necesidad de formar tanto a profesores como a estudiantes en su correcta implementación” señala.
La importancia del sueño
Además, la doctora Rada subraya la importancia de un buen descanso en la preparación académica.
“Es común que los estudiantes chilenos sacrifiquen horas de sueño para estudiar más, pero esto es un error. Dormir bien es crucial para el rendimiento cognitivo y la consolidación de la memoria”, afirma.
Según el estudio “Estado nutricional y estilos de en universitarios chilenos”, el 71% de los estudiantes de educación superior sufre de algún grado de insomnio, lo que implica que están durmiendo menos de las horas recomendadas y de forma inadecuada
Neuroplasticidad: El cerebro se adapta y mejora
Finalmente, Rada destaca la neuroplasticidad como un concepto clave para los estudiantes.
El cerebro es increíblemente adaptable. Con la práctica y los hábitos correctos, cualquier estudiante puede mejorar su capacidad de aprendizaje. No se trata solo de esfuerzo, sino de estrategia”
La neuroplasticidad es un proceso que permite al cerebro reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales, y su potencial es subestimado por muchos estudiantes que creen que el éxito académico depende únicamente de la capacidad intelectual innata.
Un cambio de paradigma
En un país donde la educación es vista como una puerta hacia un futuro mejor, la doctora Rada llama a los estudiantes chilenos a reconsiderar sus métodos de estudio y adoptar estrategias basadas en la ciencia. “El éxito académico no está reservado para unos pocos; está al alcance de todos. Pero para alcanzarlo, debemos estudiar de manera más inteligente, no solo más arduamente.”
Esta perspectiva científica sobre el estudio puede marcar una diferencia significativa en la vida académica de los estudiantes en Chile, transformando su rendimiento y preparándolos mejor para enfrentar los desafíos del futuro.
Comentarios