Yuliveth Jardín Goitia (18) fue la única venezolana que ingresó a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) la semana pasada, al medirse con más de 5.500 postulantes que buscaban una vacante para las 30 carreras que ofrece la casa de estudios a través de once facultades.
En su segundo intento, consiguió un pase para Ingeniería Mecatrónica y le puso paridad a la cuota mínima de migrantes venezolanos que se incorporaron a estas aulas universitarias (el otro fue Moisés Donis Benítez, quien estudiará Ingeniería de Telecomunicaciones).
Ambos han marcado un precedente contra los discursos de criminalización esgrimidos hacia los migrantes, que han sido empleados incluso por la presidenta Dina Boluarte. “Mi mamá vino primero porque mi tío le consiguió un trabajo. Luego vine yo en 2019. Siempre tuve la idea de estudiar Ingeniería. Vi opciones y me preparé en la academia, hasta que llegó la pandemia”, contó a La República.
En el pico de la emergencia sanitaria, Yuliveth Jardín debió dejar temporalmente sus estudios para dedicarse a ser mesera en una metrópolis donde, según Acción contra el Hambre, el 78,3 % de venezolanos tiene un trabajo informal. Lo hizo durante dos años y medio, hasta ahorrar suficiente dinero y costear su preparación académica. En agosto pasado, postuló por primera vez a la UNI, aunque no obtuvo el puntaje necesario.
“Empecé a estudiar de nuevo hasta ahora, que he conseguido la vacante. Obviamente, la UNI es una universidad de prestigio, eso a cualquiera le queda claro. Siempre estudiaba en la biblioteca [de la academia] desde las 8.00 a. m. hasta las 9.00 p. m. Quiero decir que con mucha disciplina, no hay sueño que no se pueda cumplir”, remarcó.
La inserción de las mujeres en las carreras de Ingeniería ha crecido en los últimos años: en el reciente proceso de admisión 2024-I, ingresaron 1.269 postulantes, de los cuales el 16 % son mujeres, la mayoría proveniente de la región Lima (173), tres de Cusco, dos de Puno y otras dos de Ayacucho.
“La Ingeniería depende los gustos. Que sea una carrera solo para ellos es un tabú que ya no debe existir”, anotó Jardín, cuyo ingreso figura en esa conquista histórica. La Arquitectura se mantiene como la carrera preferida del alumnado femenino, por delante de la Ingeniería Química y la Ingeniería Industrial.
La doctora Gladys Vásquez, directora de Admisión (DIAD) de la UNI, resaltó esa cuota de género al mencionar que de los 10.978 estudiantes matriculados en el segundo semestre del 2023, 1.761 eran mujeres. “Es una muestra de que muchas más podemos ser ingenieras, arquitectas, mecatrónicas o estudiar la carrera que queramos, rompiendo el mito de que la Ingeniería es solo para hombres”, dijo a Andina.
Por su parte, el rector de la UNI, Alfonso López-Chau, puso énfasis en que durante este certamen hubo más mujeres que accedieron a una vacante (203) respecto al año pasado (179).
Texto: Infobae/LaRepública
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