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Angeline Morgado, la líder estudiantil venezolana que visibiliza el aporte de los estudiantes migrantes

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Presidenta del Primer Consejo de la Sociedad Civil del Ministerio de Educación, fundadora de ONG Incidentes, exrepresentante del Gobierno de Chile en la UNESCO y estudiante de 17 años del Liceo Multigénero Doctora Eloisa Díaz I: Angeline Morgado, de origen venezolano, es la prueba de que la inclusión efectiva visibiliza el aporte de los estudiantes migrantes al sistema educativo y la sociedad chilena.

Hace cinco años, Angeline (17) llegó a vivir junto a su familia a la ciudad de Santiago de Chile, desde Venezuela. Actualmente cursa cuarto medio en el Liceo Multigénero Doctora Eloisa Díaz I, donde fue presidenta de curso y miembro del centro de estudiantes. Su vocación por el servicio público la ha llevado más allá: hoy es presidenta del Consejo de la Sociedad Civil del Ministerio de Educación (Mineduc), el primero conformado en su totalidad por estudiantes. También, es vocera de la ONG América Solidaria.

Con solo 15 años, Angeline fundó una ONG dedicada al desarrollo integral de adolescentes en América Latina, llamada Incidentes. En 2022, esta ONG representó a jóvenes en el Foro Consultivo del Plan de Trabajo de UNICEF en Chile. Un año después, Incidentes contó con expositores en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible.

En 2023, Angeline fue representante del Gobierno de Chile en el 13º Foro de Juventud de la UNESCO, en Francia. Pero su camino para representar a los jóvenes chilenos y latinoamericanos no fue fácil: tuvo problemas para encontrar una escuela y un lento proceso de adaptación al sistema educativo chileno, el cual no estuvo exento de discriminación.

¿Cómo fue tu proceso de acceso a la educación en Chile? ¿Qué dificultades tuviste que enfrentar?

Fue difícil y bastante extenuante, porque como migrante tienes que hacer tres veces más lo que haría el estudiante chileno y no todas las personas están dispuestas a ayudarte o a responder las preguntas que tienes, a veces ni siquiera a mirar tu dirección.

Mi mamá y yo tuvimos que caminar toda nuestra comuna y Santiago, a riesgo de perdernos, para buscar las respuestas que necesitábamos. Tuvimos que buscar colegios por nuestra cuenta sin entender por completo como funcionaba el sistema en Chile. De la misma manera, explicarles a las directivas de los colegios mi trayectoria escolar en Venezuela era complicado, muchas veces sentimos que nos dejaban de escuchar en un punto, o que inevitablemente nos esperaba la lista de espera.

Al llegar a Chile en septiembre no había manera, o no quisieron encontrar manera, de integrarme hasta marzo, así que durante meses estuve aislada de la educación chilena.

Cuando finalmente ingresé, entré a un colegio en Conchalí, en donde los primeros días la adaptación fue dura. Si es difícil para los estudiantes integrarse solo por pasar dos meses en vacaciones, para mí, que venía de un sistema diferente y tenía siete meses sin entrar a un establecimiento educativo, fue una odisea.

¿Qué cosas deberían tener en cuenta los Estados para facilitar el derecho a la educación de niños y niñas migrantes?

Muchas veces los niños migrantes entran al colegio pensando en un montón de cosas, pero menos en tener que aprender. Piensan en su estatus migratorio, en su etiqueta de legal o ilegal, porque cuando miramos a adultos migrantes irregulares, olvidamos que hay menores que están dependiendo de ellos.

Los niños muchas veces piensan en sus familias y se pierden en esta corriente de preocupaciones que les cuesta mucho entender y que a los estudiantes más grandes también los abruma.

Es necesario que los ayudemos a navegar eso con apoyo, para que puedan desarrollarse como estudiantes. También, es necesario entregar toda la información posible a las familias sobre la vida estudiantil a la que estará sujeto el estudiante, esto aliviaría la ansiedad que traen los estudiantes cuando se enfrentan a un establecimiento desconocido.

¿Qué te motivó a participar en el Consejo de la Sociedad Civil (COSOC) del Ministerio de Educación de Chile? ¿Cuál crees que es tu aporte dentro de la diversidad de este organismo?

Tengo un compromiso autoimpuesto con la juventud de Chile como activista juvenil por la participación e incidencia de los jóvenes en políticas públicas. Pero en esta iniciativa, en concreto, me motivó la idea de poder representar las experiencias de los estudiantes migrantes porque pensé en el impacto que hubiera tenido esta iniciativa en la estudiante migrante que yo era cuando llegué al país y lo mucho que necesitaba representación.

Me hace muy feliz lo diverso que es este consejo, porque nos permite abordar los problemas que visualizamos en la educación chilena de manera interseccional y mi aporte tiene que ver con eso.

¿Cómo el COSOC incide en las políticas o iniciativas del Mineduc y cómo la voz de los estudiantes es escuchada en esta instancia?

Este consejo, como todos los consejos de la sociedad civil, es un mecanismo de participación ciudadana de carácter consultivo. Nosotros como representantes de los estudiantes nos informamos sobre lo que está haciendo el Ministerio de Educación y luego sugerimos propuestas sobre lo que sentimos importante relevar.

Desde tu experiencia, ¿Cómo podemos potenciar la participación de las niñas y jóvenes migrantes?

Debemos crear los espacios de participación e incidencia hasta el punto de que sean una regla general, que al pensar en espacios como el COSOC este no sea la excepción. Acercarles estas oportunidades de participación, porque de nada nos sirve crearlos si no podemos acercar estos espacios a los jóvenes.

Debemos activamente recordarles que, en los espacios de participación, la diversidad que traen es clave para afrontar los problemas de manera integral y lo importante que es poder dar a conocer sus experiencias. Incentivar a los establecimientos educativos, que son quienes en primera instancia son más cercanos a los jóvenes migrantes, a crear instancias de liderazgo y participación que promuevan la diversidad e inclusión.

¿Qué mensaje te gustaría entregar a niñas y jóvenes migrantes que quisieran participar de espacios de representación estudiantil?

Que no tengan miedo de dar su opinión. Su opinión es importante y válida. Que suman muchas cosas a los espacios de representación estudiantil y que no le crean a nadie cuando les digan que restan o que le están quitando el espacio a alguien que se lo merece. Ustedes se lo merecen. Y no le están quitando el espacio a nadie, están tomando un rol que siempre debió existir en esos espacios. Yo tuve miedo, pero una vez logré enfrentarlo me hice presidenta de mi curso y luego pasé a ser miembro del centro de estudiantes en primero medio y lo sigo siendo ahora que estoy en cuarto medio. Así que, si se puede, inténtenlo, aprendan de sus experiencias, participen e incidan porque yo creo en ustedes y sé que no soy la única.

Tomada de Unesco.org

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