Crisis política en Chile

De #LaMarchaMasGrandeDeChile al #NoMasMarchas

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Douglas Pereira Medina
CNP 24.860

El recrudecimiento de las protestas en Chile por las reivindicaciones sociales se hizo sentir este lunes 28 de octubre.

Las comunas de Santiago, Antofagasta y Valparaíso fueron las protagonistas en una nueva jornada de manifestaciones, sin menospreciar otras ciudades al interior del país.

Claro, que esta vez se condimentan estas protestas con ingredientes violentos, presuntamente ejecutados por grupos extremistas que no superan las 6.500 personas, según cifras ofrecidas por la nueva vocera del gobierno del presidente Sebastián Piñera, la exintendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar.

En Santiago, los manifestantes apostados en la avenida Libertador Bernardo O’Higgins con calle Santa Rosa incendiaron el frontis del Fashion Park, un legendario centro comercial del centro de la ciudad, que destruyó a su paso varios locales, entre ellos un McDonald’s y una farmacia Cruz Verde.

Asímismo, encendieron fuego a una de las puertas de acceso y salida de las estaciones de Santa Lucía y Baquedano del Metro de Santiago.

En Valparaíso un autobús, durante su recorrido, fue apedreado por manifestantes que se encontraban en una de sus principales avenidas. Mientras que en la avenida República de Croacia en Antofagasta un camión de construcción descargó sendas piedras para bloquear el tránsito.

La intensidad y la forma en que se están replicando estos actos, catalogados por muchos como violentos,causan un malestar que se está propagando velozmente en la población.

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Las quejas de la gente que no avala estas acciones son principalmente por la falta de transporte para trasladarse a sus trabajos, puesto que el metro está funcionando a mitad de su capacidad pese a los esfuerzos de la empresa por ponerlo operativo al cien por ciento luego del ensañamiento con que han actuado contra el emblemático transporte.

Igualmente sucede con los autobuses que no satisfacen la demanda de movilidad en muchas rutas. Bastantes han sido objetos de incendio por lo cual la flota ha sufrido considerables bajas.

Por otra parte supermercados saqueados y destrozados ha reducido también la oferta de lugares donde las personas normalmente se abastecen de alimentos, abarrotes, bebidas entre otros productos.

Es sorprendente que después de la épica marcha del viernes 25 de octubre, que congregó aproximadamente un millón quinientos mil personas y catalogada como #LaMarchaMasGrandeDeChile, un sector importante del pueblo chileno pide encarecidamente #NoMasMarchas.

Para ellos se hace urgente la recuperación de la normalidad en el país. Es el clamor que se recoge en redes sociales y en conversaciones entre familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.

El gobierno, el establecimiento político, los empresarios y todos los actores de la sociedad están trabajando en torno a una nueva agenda social que satisfaga las demandas de los de a pie.

Chile enfrenta un estallido social que inició el 14 de octubre a raíz del aumento del pasaje del metro de la capital. No obstante, dicho aumento fue la punta del iceberg que acumulaba además el descontento por el aumento de las tarifas eléctricas, sueldos bajos, precarias pensiones, costoso sistema de salud, elevado precio de peaje en autopistas, entre otros reclamos.

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